STUDIO 88

En la séptima planta de un edificio setentero del Ensanche barcelonés, un piso originalmente compartimentado en pequeñas estancias y largos pasillos se transforma tras una reforma integral en un espacio a medida, flexible y optimizado. La nueva distribución centra el pasillo y abre la vivienda a la luz exterior desde la entrada. Las puertas plegables permiten conectar o independizar estancias según el momento del día, mientras la cocina pasa a ocupar el corazón del hogar.

El hilo conductor es una pieza continua de 14 metros en nogal mate, que recibe al visitante como vestidor, se convierte en almacenamiento, cocina y finalmente banco en el salón. Su madera oscura, de vetas marcadas, actualiza un clásico de la arquitectura española de mediados de siglo. En contraste, un pavimento claro y continuo de cal natural suaviza la fuerza del nogal e invita a andar descalzo. El confort técnico —suelo radiante, climatización y ventilación con recuperación de calor— se integra de forma invisible. El resultado es una vivienda cálida, funcional y atemporal, con carácter propio y una reinterpretación fresca del diseño de los 70.